2/12/08

*_Texto Sexto Básico_*

El león ciego


Costancio Vigil, Argentino

Había en el jardín zoológicoun león ciego.
Ocurrió que cierto día, al aproximarse un anciano a la jaula, el león se incorporoó, levantó la cabeza, aspiró reciamente el aire con las narices dilatadas y sacudió su soberbia melena, que era cuando le quedaba de su antiguo poderío.
El anciano dijo:
-¡César!
Al oír su voz, el león se acercó y metió el hocico entre los barrotes.
-¡César!- repitió el hombre con voz ronca y temblorosa, mientras ponía una mano sobre la cabeza del león.
Poco después, el anciano se hallaba en el despacho del director del jardín zoológico, al cual le dijo:
-Fui cazador en Áfricay a ese león lo traje a Europa, con otros más, para venderlo. Fue el último del que me separé, el que vendí más caro, y así y todo, lo hice con pena. César me demostró siempre especial cariño. Supe más tarde que, ya ciego, había sido donado a este jardín. De paso por aquí sentí el deseo de verlo, pero no imaginé que después de tantos años me reconociera, como si sólo hubiese pasado un día....Yo le propongo un buen negocio; por un león joven y sano usted me entregará el ciego.
-Es conveniente su propuesta- comentó el director-, pues ese animal entristece a los visitantes: pero dígame: ¿qué piensa hacer con él?
-Dentro de poco iré al África, y aprovecharé este viaj para llevar a César- repuso el antiguo cazador-. Quiero que pase sus últimos años libres donde nació, quiero devolverle algo de lo mucho que le quité.
-Juzgo, señor, que su propósito es noble, pero absurdo- dijo el director-. Un león ciego en libertad se morirá seguramente de hambre. Imposible que pueda alimentarse y defenderse de otras fieras.
-No lo creo- replicó el anciano-. César sufrirá al principio algunas privaciones, mas no tardará mucho en orientarse y habituarse a la vida natural. El olfato y el oído le bastarán. Para hallar agua no necesitará los ojos: cazar le será difícil, pero comartirá por las buenas o las malas la presa de otros carniceros, auqnue estoy seguro de que cuando comprenda su desgracia, lo ayudarán. Hemos encontrado animales completamente ciegos en libertad y su estado de nutrición no era tan deficiente como puede suponerse. En los primeros días colocaré a su alcance el alimento necesario, hasta que haga amistad con los otros leones y pueda proporcionárselo por sí mismo.
Meses depués llegaba el antiguo cazador con un grupo de negros y la jaula en que iba César a una llanura de África, en la que abundaban los leones.
Ordenó ue se retiraran los acompañantes, abrió la jaula y llamó a César.
El león salió y se detuvo, con la cabeza en alto, aspirando el aire con fruición, a pequeños sorbos, mientras abría y cerraba los ojos, como si hiciera esfuerzos para ver.
El anciano dijo:
-Esta es tu patria. Aquí encontrarás cuanto perdiste. Irás adonde te plazca. ¡Vete! ¡Eres libre!.......
Pero César no se movía. Un temblor convulsivo estremeció su cuerpo.
El cazador colgó en la jaula grandes pedazos de carney se retiró hacia donde estaban sus acompañantes. Al volverse, despés de un trecho, vio que César lo seguía.
Repitió muchas veces la misma prueba. El león lo seguía siempre y de ninguna manera era posible separarlo de sus amigo.
Conmovido hasta el llanto, el cazador desistió de su propósito y regresó con el león a su patria. Adquirió a cierta distancia de Praga una finca y cercó el terreno a fin de que el animal pudiera andar en libertad sin peligro para nadie. Las personas de la casa se acostumbraron poco a poco a no temerlo.
Cuando el amo salía, César, echado junto al portón de entrada, aguardaba su regreso, como el más cariñoso de los perros. Si el amo demoraba más que de costumbre, se levantaba y caminaba inquieto, lo mismo que un centinela. Al entrar el amor, el león recibía con gran contento sus caricias y lo seguía a todas partes. Si él se sentaba, el león se echaba a sus pies y fijaba en él los blancos ojos como si pudiera verlo.
César dormía en invierno al lado de lacama de su amigo y durante el verano en el umbral de la puerta.
Tan singular y conmovedora amistad duró hasta la muerte del noble león , que llegó al fin de su vida antes que el amo. Este le hizo enterrar en una honda fosa en el mismo terreno y mandó colocar encima de ella un hermoso león de mármol blanco con esta inscripión. "Aquí está sepultado el ser a quien hice el mayor daño. Me perdonó noblemente y fue el mejor y el más fiel de mis amigos"

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